martes, 23 de septiembre de 2008

Acá es así...

- No hay tachos de basura en la calle. Literalmente...no hay.
- Si se demoran más de 15 minutos en traer tu pedido en un restaurante, es porque el mozo asumió que no nunca pediste nada y obviamente no te volverá a preguntar. Si pasados los 5 minutos se empiezan a reír entre ellos, no es necesario llegar a 15 para darte cuenta que has sido ignorado (habla la experiencia).
- En la mesa está permitido de todo menos sonarte la nariz. Puedes hacer chanchada y media, expulsar todo tipo de gases, pero si te llevas un papel a la nariz estarás en el ojo de la tormenta.
- Siguiendo en la onda de los gases, si un coreano decide tirarse un pedo es casi un deleite social, en especial en los mayores.
- Y hablando de mayores...Si en la calle, el metro o cualquier lugar, alguien camina y te empuja o choca contra tu hombro, no esperes que dé vuelta a pedir disculpas o siquiera mirarte. Es perfectamente normal, siendo las más salvajes las personas de avanzada edad, que sin el menor reparo son capaces de empujarte a los rieles del metro por un asiento.
- Absolutamente todas las mujeres, y algunos hombres, hacen una "V" con los dedos para las fotos, así como hacía Chun Li en Street Fighter.
- Si caminas por la calle y ves un cartel donde ofrecen salas para ver películas, significa que no hay películas y esa sala tiene una cama de dos plazas.
- Los hombres coreanos usan cartera.
- En Corea no hay gays. Al parecer esto es falso porque fuimos a conocer la ciudad y creo haber encontrado uno.

- Camines por la vereda o la pista, igual puedes ser atropellado. Si pensaste que manejar o ser peatón en Perú era peligroso, te equivocaste.
- No he visto gente gorda hasta ahora. (Coreanos obviamente)
- Todos los coreanos la rompen en juegos de computadora. Incluso en las tiendas cuando no hay clientes, el encargado de la misma está jugando Starcraft o alguna de esas cosas.
- Comer mariscos podridos es común y saludable.
- Cualquier muestra de cariño o comentario cariñoso dentro del campus universitario es sinónimo de acoso sexual.
- Las moscas en Corea no tienen miedo. Son inocentes y amigables como casi todos los coreanos.

- Para terminar por ahora, y continuando con la incomprensible bondad del coreano, en este país no existe la competencia. En las olimpiadas universitarias, los jugadores de hockey parecían pedirle permiso a los del otro equipo para estrellarlos contra la pared. Igual en los demás deportes, como en fútbol que parece que el arquero no nos dio permiso de meter gol y perdimos. Sin embargo, las barras compartieron un momento de confraternidad luego de los juegos y, no conformes con eso, en la noche las dos universidades se juntaron para salir ante la indignación de todos los alumnos de intercambio, totalmente picones y molestos por tener que "celebrar" con el adversario. Así fue como, mientras salíamos del estadio, vimos un grupo de coreanos cantando felices luego de haber perdido, y en medio de mi indignación los interrumpí. Nada sorpresiva su reacción. Simplemente no procesan la idea de competencia.


PD: Comprobamos que en las salas de DVD si te pueden dar películas. Un alumno de intercambio invitó a una chica y vieron "Sweeney Todd". Su identidad aún se mantiene en reserva, debido a que las burlas hacia él ya son más que suficientes.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Súper paseo por el súper

Ir de restaurante en restaurante no es la necesariamente la mejor idea para un turista. Menos en Corea, donde encuentras lo mismo en todos lados a menos que quieras comer comida de verdad y gastar como europeo (para ellos todo acá es un regalo).
Solución? Vámonos de paseo a Homeplus, un tipo Metro/Tottus/Plaza Vea/Desesperante que tiene como 4 pisos y encuentras literalmente todo. Cualquiera diría que es como un Wal Mart o una tienda cualquier, pero apostaría lo que sea a que en cualquier otro lugar no encuentras, por ejemplo, los siguientes productos de lujo:

Yo sé que en Perú también te los ponen con cabeza y todo, pero acá se los comen así. Cocinar les quita mucho tiempo, mejor podrido nomás. Con pupila y todo.

Esto, claro que sí, es una raya. No está cocida, simplemente seca y lista para ser degustada como aperitivo. Apesta a combi y cuando la muerdes parece una goma. Exactamente pasa con el amigo de abajo y con los calamares. Piqueos gourmet.



Al final compré lo necesario para mi supervivencia: Ramen, arroz y Coca Cola.

Sin embargo, quedan dos anécdotas supermercadienses. Florian decidió comprobar la capacidad de asombro de los asiáticos trepándose al carrito de compras. Concluimos inmediatamente que no se inmutan ante nada. Seguiremos haciendo pruebas.



Y la nota cultural estuvo a cargo de los empleados del supermercado. Si nuestra versión de los hechos es correcta, al ver nuestra expresión frente a su comida decidieron alegrarnos el día con una canción. Con ustedes...if you are happy and you know it, clap your hands!



"Y si...y si...claro que si" - José María Listorti

domingo, 7 de septiembre de 2008

A que no lo pruebas

Como bienvenida, la universidad nos invitó varias veces a almorzar. Lo raro es que la mayoría de veces comíamos lo mismo, y es porque en este país todos comen la misma comida todos los días así que me tendré que acostumbrar. Todavía no encuentro un sitio para comer perro o pulpo vivo, pero no cesaré en mi búsqueda.
En esta ocasión, a un lado del plato, había un huevo duro. Curiosamente cuando sacabas la cáscara seguía siendo marrón y lo podías moldear como plastilina. Es difícil de explicar y el video que pongo ahí abajo se ve medio borroso, pero se ve el huevo y realmente sabe como se lo imaginan.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Intento de resumen

Ya pasó poco más de una semana donde no he escrito nada po diversas razones como: flojera, cansancio y flojeracansancio. Así que intentaré hacer un rápido resumen para poder empezar con las cosas actuales de una vez.

Cuando llegamos a Corea fue la primera vez que vi la luna luego de veintitantas horas creo. Nos recibieron Hana (una chica coreana que es bien buena gente y nos ayuda en todo) y Anna (una gringa que estudia en Escocia y es la voz). El camino del aeropuerto a la residencia se hizo larguísimo pero bien bacán, ya que se parecía un poco a Nueva York. Bueno en verdad no, pero tenía un montón de luces e infinitas cruces rojas prendidas. Ahí fue donde me enteré que en Corea hay cristianos.

Vivo literalmente en la punta del cerro. cuando salgo en las mañanas intento sacar todo para no tener que volver a regresar jamás, y uno de estos días no me parecería raro encontrar a alguien, o a mí, dormido a mitad de camino. Esa noche conocimos a Franzis (una alemana que se llama Franziska y es una capa en historia), Rahni (creo que así se escribe, es una gringa también) y Rebecca (otra gringa -de Texas- que tiene un poquito de barba).

Pasé dos días sólo hasta que llegaron Florian y Romain, mis compañeros de cuarto. Son de Austria y Francia respectivamente y son bastante divertidos, sobre todo Florian que sin mucho esfuerzo llega a niveles insospechados de ridiculez. Ese día salimos en grupo a buscar comida típica. Todos pensábamos que sería difícil encontrar algo comible, y efectivamente teníamos razón. Lo peor de todo es que no podíamos comer en cualquier sitio, porque si el menú no tenía foto, no había forma de pedir.

Finalmente encontramos un lugar donde comer. Los primeros días tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano para pasarme las cosas, como por ejemplo el Kimchi (foto de abajo). ¿Qué diablos es Kimchi? Pues muy fácil: basura picante. En verdad es algo así como un rabanito, o un nabo, o algún tipo de vegetal extraño con una salsa que te hace llorar, y sino te hace llorar te da naúseas. Sin embargo, hay personas que lo comen como un manjar. Yo me lo como cuando no puedo con el pescado podrido y no me queda otra.



Ah si, no es broma. Claro que te sirven pescado podrido, es un aperitivo elegante. Si no me creen, miren las fotos debajo de este párrafo escrito mientras ustedes duermen. Algunos lo "deshilachan" y otros lo sirven así nomás, divertido eh?





Lo de la comida es tema de otro post y las personas que he conocido será tema de otro post, porque debo ir saliendo a buscar comida occidental. Quizás lo escriba hoy, quizás mañana o quizás coma aperitivo podrido y amanezca en la clínica.

Antes de irme, quisiera comentar una costumbre que he descubierto acá como algo completamente insólito. La gente se pedorrea en cualquier lugar y es lo más normal del mundo, como estornudar. Claro que los jóvenes están ligeramente más occidentalizados -o agringados-, como los coreanos que se cuelgan sartenes doradas en el cuello, pero las personas de edad son de temer. Ya me ha pasado dos veces que van delante mío en la calle y el airecito me remueve los cachetes. Y recogiendo experiencias, hemos llegado a dos conclusiones: o les da igual o no nos quieren.